Cómo hablar de porros con mis hijos
Hablar de drogas con nuestros hijos les ayuda a estar preparados para enfrentarse a las sustancias de abuso. Es importante encontrar el momento y las palabras adecuadas para hablar con nuestros hijos sobre este tema, por ello, hoy en el blog os damos algunos consejos para saber cómo hablar de porros con mis hijos.
Si los niños y niñas no se sienten cómodos hablando con sus padres, buscarán la información por otros medios, no siempre de confianza. Es una labor de la familia hablarles sobre los efectos del consumo de sustancias nocivas y de este modo corregir los conceptos erróneos que los chicos y chicas puedan tener.
Las drogas no tienen que ser un tema de conversación tabú en la familia, debemos incluir esta temática en las conversaciones sobre salud y seguridad. Son muchas las ocasiones en las que, los adultos, esperamos encontrar el momento ideal para hablar sobre temas delicados, sin embargo, es difícil determinar cuál es ese momento idóneo. Por ello, hay que dar el paso y hablar siempre que se pueda, con naturalidad, sin dramatizar ni banalizar el tema.
Cómo hablar de porros con mis hijos
Esto es lo que debes y no debes hacer a la hora de hablar con tus hijos sobre drogas:
1.- ¿Se descubre o se busca?
Es importante encontrar el equilibrio entre supervisar y dejar hacer. Es muy complicado resistir los impulsos de buscar marihuana entre las cosas de tus hijos cuando sospechamos que hay consumo, sin embargo, es necesario encontrar el equilibrio para no convertirnos en policías.
2.- ¿A qué edad hay que tener la conversación sobre las drogas?
La clave aquí es la naturalidad. Llega un momento en el que el tema sale en la conversación porque empieza a aparecer en el entorno del menor y ese es el momento adecuado para actuar.
Sin embargo, para que esto suceda es necesario haber trabajado la comunicación con nuestros hijos de manera intensa. Una conversación de al menos 15 minutos diarios sobre cómo ha ido el día va a asegurar que cuando aparezcan las drogas en el entorno de los pequeños vengan a contarlo.
3.- ¿Hay que asustar a nuestros hijos?
La información veraz y científica es la mejor vacuna contra el consumo. Cuando el adolescente conoce los riesgos y consecuencias de fumar cannabis adquiere una mayor capacidad para decir no. ¿Cómo se consigue esto? Sentándose a hablar con los hijos de manera tranquila y trabajando su sentido de la responsabilidad.
4.- ¿Es recomendable espiar sus redes sociales?
La función de los padres es la de vigilar cuando existe una situación de riesgo. Es decir, en aquellos casos en los que el consumo no sea esporádico y haya un riesgo real para el chaval sí que se hace necesario estar encima de los hijos.
5.- ¿Cómo ayudarle a decir «no» ante la presión de los demás?
En la adolescencia el grupo de iguales tiene mucha fuerza, por lo que se hace necesario trabajar la presión social del grupo con nuestros hijos. Para ello, primero podemos «ensayar» el decir no en otras situaciones cómo decir «no» a prestar sus cosas o a hacer algo que no le apetezca.
No dude en consultar nuestro artículo «como hablar de drogas con mis hijos adolescentes«, en el te damos unos consejos para mejorar la comunicación con sus hijos sobre el tema de las drogas.
Habla desde el diálogo
El diálogo implica escucharlos antes de hablar, sólo de esta forma sabemos qué es lo que saben sobre el tema de las drogas y podremos adaptarnos a sus conocimientos y lenguaje.
El diálogo es más que hablar, es observar, mostrar interés y crear un clima positivo donde se sientan cómodos para expresar sus ideas, dudas y preocupaciones. A través del diálogo, encontraremos la forma de hablar sobre el tema y hacernos comprender, a través del diálogo asentamos las bases de una relación de complicidad y confianza.
Mi hijo piensa que fumar «no es un problema»
Hay un punto positivo en el hecho de que un adolescente nos diga que va a hacer lo quiera. Esto muestra un nivel de confianza y honestidad con nosotros que es importante comunicar y reconocer («No me gusta lo que estás diciendo, pero me alegra que seas honesto conmigo»).
El primer paso para abordar esta situación es tratar de entender lo que nuestro hijo está experimentando e intentar llevarlo a un diálogo de ayuda, sin amenazas ni enfados.
Acercarnos a nuestros hijos en actitud de expertos e intentar comprenderles nos puede ayudar a desmontar sus mitos. ¿Cómo te sientes cuando fumas porras?, ¿por qué te gusta fumar, cuáles son los beneficios que notas?
Para algunos adolescentes, fumar cannabis es una actividad social mientras que para otros se convierte en una manera de llenar sus necesidades personales. La marihuana es usada por algunos muchachos como una forma de «automedicación» cuando un trastorno no es identificado.
Es importante explorar poco a poco la relación de nuestros hijos con el cannabis. Una vez tengamos una comprensión clara de las razones de consumo y los patrones del mismo, es importante expresar nuestro desagrado ante tal conducta.
Es importante que podamos expresar nuestro desacuerdo sobre el uso de marihuana de manera calmada pero firme, sin amenazas histéricas o irracionales. No podemos controlar la conducta de nuestros hijos, pero sí podemos poner reglas firmes en casa.
Por ejemplo, si sospechas que tu hijo está rompiendo las reglas al traer marihuana a casa, él debe entender que su derecho a la privacidad se suspenderá y que se harán revisiones periódicas de su habitación.