Soy adicto a las apuestas deportivas
Las apuestas deportivas, en especial online, se han multiplicado en los últimos años, de la misma manera que lo ha hecho la adicción a las apuestas. La falta de conciencia del riesgo de este tipo de juegos y el hecho de que los que participan en apuestas deportivas son cada vez más jóvenes hacen que la adicción crezca rápidamente entre los jugadores. Hoy en el blog damos unas claves para saber si eres una persona adicta a las apuestas deportivas.
¿Estoy enganchado a las apuestas deportivas?
Las apuestas deportivas se están convirtiendo en un pasatiempo peligroso para los más jóvenes. Su inclusión en las redes sociales, la ausencia de regulación sobre este tipo de juegos y su inmediatez convierten a las apuestas deportivas, en un juego peligroso.
Las personas con problemas con las apuestas deportivas son cada vez más jóvenes, con estudios universitarios y sin problemas anteriores con el juego. Las personas entre 18 y 25 años son las que más demandan tratamiento, lo que supone que estos jóvenes empezaron a jugar cuando eran menores de edad.
Las personas entre 18 y 25 años son las que más demandan tratamiento
El proceso para engancharse siempre es el mismo:
- Se empieza apostando en aquellos deportes sobre los que se tienen algún conocimiento, como fútbol o baloncesto
- Se sigue con otro tipo de apuestas: rugby, dardos, hockey americano, carreras de galgos o hípica
- Se acaba apostando a cualquier cosa: El próximo gol, quien tira el corner, etc
En un principio, esta actividad comienza siendo un mero entretenimiento, pero acaba convirtiéndose en un problema fatal, cuando la persona «no puede dejar de pensar en conseguir dinero para seguir jugando y tapar las deudas». En ese momento, el juego pasa de ser un entretenimiento para convertirse en una necesidad y es ahí cuando es necesario tomar medidas.
Problema importante: El cerebro
Las personas con adicción a las apuestas no distinguen entre ganar y casi ganar, así, cuando el marcador del partido es cercano al resultado apostado, se activa en el cerebro de las personas con ludopatía la misma área cerebral que cuando gana. Esto no pasa en el caso de las personas sin adicción, que ven una casi victoria como lo que es: una derrota.
Las personas con adicción a las apuestas no distinguen entre ganar y casi ganar,
Factores que provocan una adicción al juego
Hay determinados factores de riesgo que pueden predisponer a una persona a terminar teniendo problemas de ludopatía: psicológicos y sociales.
1- Factores psicológicos:
Entre los primeros, por ejemplo, se sitúan tener una alta impulsividad, la necesidad de buscar sensaciones fuertes, buscar dificultades para afrontar conflictos y baja autoestima.
2- Factores sociales
Entre los sociales, vivir en un entorno que haya favorecido el juego desde edades muy precoceso en el que los progenitores hayan jugado, o sean adictos a apostar o haber sufrido situaciones estresantes o traumáticas también se convierten en un riesgo.
En este sentido, que uno de los factores que puede hacer que una persona adopte conductas patológicas con el juego, que hasta ahora había tenido un rol social en su vida, es la muerte de un familiar cercano.
Para conocer más causas que provocan problemas con el juego, no dudes en consultar nuestro extenso artículo sobre “ludopatía – Qué es, las causas y cifras del esta enfermedad”.
Como dejar de apostar
El primer paso para salir de la enfermedad es reconocer el problema y ser consciente del mismo. La mayoría de las personas que acuden a tratamiento por un problema con las apuestas deportivas, lo hacen por presiones familiares, más que porque hayan entendido que tienen un problema. Esto enlentece el tratamiento, ya que hay que dedicar una primera fase a hacer consciente a la persona de su problema.
El tratamiento para desenganchar a las personas afectadas es largo, entre nueve meses y un año, ya que hay que enseñar a estas personas a vivir con una avalancha de anuncios y publicidad de apuestas sin que los lleve a apostar.
No obstante, una vez se ha producido esta consciencia los resultados son buenos y los jóvenes pueden llevar una vida abstinente.
Conclusiones
Cuando el juego es una afición, la persona apuesta como una forma de entretenerse, jugando de forma moderada y disfrutando de la experiencia del juego sin asumir grandes riesgos. Cuando esta afición se convierte en una adicción la forma de jugar cambia. Así, la característica principal de los jugadores patológicos es la pérdida de control en relación con las apuestas, lo que lleva a la persona a tener graves consecuencias personales, laborales, académicas, económicas y sociales.
La persona adicta al juego no puede dejar de pensar en jugar, en buscar dinero para apostar y en inventar excusas para que nadie detecte su adicción. Vive con un ansia irresistible de apostar que se alivia cuando juega y no puede dejar de jugar a menos que se le acabe el dinero.
Igual que el consumo responsable de alcohol no hace a una persona alcohólica, la mayoría de los usuarios de las apuestas deportivas no se convertirán en adictos, pero hay un riesgo si esta práctica se realiza sin ningún control.
La ludopatía es una enfermedad y no un vicio. Las personas adictas al juego son enfermos que necesitan un tratamiento. El ludópata no puede dejar de jugar, si lo hace sufre niveles extremos de ansiedad correspondientes a su síndrome de abstinencia. El juego, de hecho, actúa en el cerebro de la misma manera que lo hacen las adicciones a sustancias. Al obtener un premio, se activan en el cerebro del adicto, los circuitos del placer, lo que hace que se perpetúe esta conducta.
En Síndrome de Adicciones te enseñamos a ti o a un familiar a como dejar el vicio de las apuestas deportivas, ya sean apuestas deportivas en línea o apuestas presenciales.