Drogas, ¿por qué no todos se hacen adictos?
El consumo de drogas es bastante común entre la población. No obstante, la adicción a las drogas no es algo tan usual. Uno de cada tres adultos utiliza una droga ilegal en alguna etapa de su vida, pero la mayoría no desarrollan repercusiones graves para su salud física y mental. En el artículo de hoy explicamos ¿por qué no todos se hacen adictos a las drogas?
¿Por qué algunas personas se vuelven adictas a las drogas y otras no?
¿Por qué algunas personas pueden adecuar su consumo sin riesgos y pueden dejar de consumir drogas fácilmente, mientras que otras se vuelven adictas a ellas?
Se considera que el consumo de drogas es como una «espiral fuera de control» que destruye la capacidad de una persona para realizar todo aquello que no esté relacionado con la droga. Esto es cierto en muchos casos, mientras que en otra mayoría los individuos son capaces de no perder el control.
Se han estudiado varios factores que pueden incidir en aumentar la probabilidad de que una persona caiga en la adicción a drogas.
Estos factores pueden ser de tipo ambiental o genéticos. Ambos tipos de factores tienen un 50% del peso en el desarrollo de la adicción. Esto quiere decir que, aunque la mitad de las probabilidades de desarrollar una adicción están determinadas por el ADN y no se puede hacer nada por cambiarlas, la otra mitad se debe al influjo del ambiente, que depende totalmente de nuestro control.
Estos factores explican cómo hay personas que actúan como adictos desde la primera vez que consumes una droga mientras que otras personas necesitaran mucha más cantidad de droga para desarrollar estos patrones de consumo.
Factores que se asocian a un mayor riesgo de convertirse en una persona adicta
Algunos de los factores que se han asociado con un mayor riesgo de convertirse en una persona adicta son los siguientes, es decir, factores asociados al por qué las personas se vuelven adictas a las drogas:
- La impulsividad. La impulsividad está determinada tanto por factores genéticos como por el ambiente en el que se desarrolla la persona. Este rasgo de personalidad, que implica falta de control, se ha asociado en repetidas ocasiones a una pérdida de control durante el consumo que lleva al sujeto a la adicción.
- Tolerancia heredada. El consumo genera cambios genéricos que son heredados por los hijos a través del ADN. De esta forma, los hijos de personas adictas tienen un riesgo mucho más elevado de desarrollar una adicción, ya que intentan compensar la deficiencia innata de receptores D2 heredada por sus padres.
- Inicio del consumo a edades tempranas. La mitad de los niños que a los 14 años son consumidores habituales se acaban convirtiendo en personas adictas a las drogas.
- Tener padres con problemas relacionados con las drogas.
- Experiencias de abuso y trauma en la infancia.
- Problemas psicológicos. Ansiedad, depresión, etc. hacen a las personas más vulnerables a desarrollar una adicción ya que muchas recurren a las drogas como forma de solucionar sus problemas.
Conclusiones
Como vemos el riesgo individual de desarrollar una adicción va a depender de la combinación de factores presentes. Cada persona presenta un balance individual que se rige entre el peso de los factores de riesgo y los factores protectores.
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