¿Cuándo se necesita ayuda profesional para dejar las drogas?
Cuando alguien está viviendo una adicción, no sabemos por dónde cogerle. Las personas alrededor del enfermo comienzan a preocuparse seriamente y a sentir que pueden perderle. Tener miedo de enfrentarle a la situación es normal. En el artículo de hoy te ayudamos a identificar en qué momento se necesita ayuda profesional para dejar las drogas.
¿Cuándo se necesita ayuda profesional para dejar las drogas?
Ver a alguien es este estado causa mucha frustración sobre cómo ayudarle. No sabemos cómo elegir el momento. Hay un miedo a que rechace la ayuda y sea peor. Si se siente acorralado, discute, deja de hablarnos, puede que se vaya de casa y que se complique más la situación.
Cuándo intervenir para ayudar a alguien
La negación es habitual, a no ser que esté en una etapa en la que ya no se lo pueda negar, muy avanzada. Es mejor ayudar a un adicto pronto, porque esa fase es muy peligrosa para su salud mental.
Nos sentimos impotentes, sin saber cómo actuar por las dudas ya que alterna con épocas de portarse mejor, en las que modifica su conducta intentando no tener que pararla. Se hace fuerte en las excusas y promesas. A veces lo dejas estar, porque crees que algo va a cambiar y un día de repente otra vez estáis pasándolo mal.
Como tiene estos altibajos, también hay situaciones en las que es más propenso a escuchar, cuando se sienta más vulnerable. Mejor nunca cuando esté consumido. Es en estos momentos cuando podemos solicitar esa ayuda.
Hay que enfrentarle a los problemas que está teniendo sin mencionar que debe dejar de consumir. Es importante no mencionarle el consumo. Este trabajo lo harán especialistas. Ellos saben cómo afrontarlo y hacerle ver qué le está pasando.
Los momentos en que ha de pedirse la ayuda profesional pueden ser cuando:
- Verbalice que se encuentre mal, que todo le va mal. Hay momentos en que lo piensa, lo intuye o necesita desahogarse. Ahí estaremos nosotros. Debemos escucharle sin juzgarle y aprovechar para ofrecerle esa ayuda. Hágale saber que tiene derecho a una vida mejor, sin pasarlo tan mal.
- Justo después de que tenga una crisis. A veces, ya no puede más y explota. Después de tener un ataque de rabia, agresividad o una crisis nerviosa se encuentra más necesitado de cariño y ayuda. Es la ocasión de recordarle que no se merece sufrir.
- Cuando haya tenido algún problema importante. Cuando cuente que le ha pasado algo. Aunque no parezca directamente relacionado con el consumo, todo lo que hace y le pasa lo está. Esto es porque alguien en este estado no funciona bien y comete errores. Es un buen momento para ofrecerle ayuda profesional y que le aconsejen sobre cómo actuar en esos casos. Hay que apelar a su responsabilidad.
- Si llega a expresar el sentimiento de culpa y de lo mal que lo está haciendo. Es bueno que escuche que no debería seguir así. Si no lo escucha, sigue fuertemente arraigado el autoengaño. Es el momento en que sin culpabilizarle, le podemos hacer comprender que está enfermo y necesita ayuda para superarlo.
- Cuando reconozca abiertamente que tiene un problema. Es la ocasión de brindarle ese apoyo profesional. Actuaremos con comprensión, apoyo y cariño.
Estas son las ocasiones adecuadas porque son los momentos en que está pidiendo ayuda de una manera más o menos consciente. Y pedir ayuda es el paso más difícil para el adicto. Las situaciones donde hacerle ver que puede dejar de sufrir.
¿Por qué es tan difícil intervenir?
Porque pedir ayuda implicaría reconocer que se debe abandonar el consumo y esto es algo que en el cerebro de un adicto no tiene cabida.
Nos da rabia porque es difícil entender como los demás pueden verlo tan claro y la persona afectada seguir negándolo. Una de las características de esta enfermedad es que el que la está padeciendo no quiere cambiar. Detrás de esa resistencia se esconde el miedo al cambio, que no es otra cosa que la necesidad de la sustancia.
Dejar de sufrir es algo que no puede plantearse, porque implicaría dejar de consumir. Se ha adaptado a pasarlo mal por:
- Problemas médicos que provoca el estar en sí intoxicado
- El malestar de los síntomas de los síndromes de abstinencia
- Los síntomas del trastorno que está desarrollando. Le afecta a la salud mental
- Las consecuencias negativas que en su vida tiene consumir. Problemas de nivel económico, laboral familiar y social que también le hacen pasarlo mal.
Por todo esto en conjunto, se va acostumbrando al dolor, al nerviosismo, a la ansiedad, a los síntomas depresivos, al miedo a dejarlo, a la agresividad, a la rabia, a la tristeza, al desprecio por si mismo, a que le salgan mal las cosas, etc.. Ya no puede recordar qué era sentirse bien. Necesita la ayuda especializada.
La necesidad de consumo le impide querer cambiar. Por tanto, hay una gran resistencia al cambio. Y esa será la clave de dejar de consumir en un tratamiento para superar una adicción: cambiar.
Sin embargo, para eso hay que encontrar el momento preciso de poder ayudarle. Y esos son los momentos que te hemos señalado. Asimismo, el papel de la familia en el centro de desintoxicación es muy importante. Deberás acompañar a ese ser querido durante todo el proceso para tratar los problemas que se hayan generado en la familia.