El estigma de la mujer adicta
El consumo de alcohol y otras drogas sigue siendo un problema oculto en las mujeres. No se habla de él ni se le presta la atención que requiere, pero existe y hace estragos tanto en la mujer adicta que lo padece como en todo su entorno familiar. Hoy en el blog hablaremos del estigma del consumo en la mujer adicta.
El estigma del consumo en la mujer
Es un hecho la falta de investigación en todas las áreas que engloban a la mujer. Ya que a lo largo de los años la mayoría de las investigaciones se han realizado con grupos de hombres, siendo luego los resultados generalizados al colectivo femenino.
Todo ello es evidentemente un problema si tenemos en cuenta las diferencias tanto a nivel de identidad e imposiciones sociales como a nivel fisiológico que existen entre hombre y mujeres.
Con el problema de la adicción esta circunstancia se repite. La ausencia de investigación de la drogodependencia en mujeres hace que no se puede tratar el problema con la rigurosidad que sería debido. Una de las grandes diferencias son los factores de riesgo que propician al consumo.
Características de la mujer adicta
Algunos estudios han analizado las características asociadas a las mujeres con un problema de drogodependencias:
- En muchos casos, las mujeres con problemas de adiciones tienen poca experiencia laboral, están desempleadas u ocupan puestos de trabajo con ingresos muy bajos, lo que las hace depender económicamente de sus parejas.
- El inicio del consumo en una mujer suele producirse con usuarios varones, ya sea desde una relación afectiva o no. Además, el tiempo entre el inicio del consumo y el desarrollo de la adicción es menor que en el caso de los hombres.
- Los consumos de drogas se utilizan para paliar síntomas de trastornos psicológicos o de condiciones sociales muy adversas.
- Algunas mujeres son amas de casa, madres responsables del cuidado y la crianza sin ningún tipo de apoyo, encontrándose solas para asumir estas tareas.
- La valoración social de las mujeres con problemas de consumo de sustancias comparada con los varones es más negativa, generando un mayor estigma social hacia ellas.
- Sienten, en mayor medida, vergüenza, culpa y baja autoestima porque viven una mayor estigmatización social.
- Hay una mayor severidad en cuanto a las repercusiones del consumo en el caso de las mujeres, así como un mayor deterioro.
- Tienen escasos apoyos para ponerse en tratamiento, incluso pueden contar con la oposición de sus parejas, además de la familia.
- Para las mujeres con drogodependencias los vínculos y relaciones personales son muy importantes y pueden anteponer las necesidades de los demás a las suyas.
Causas por las que una mujer consume drogas
Hay una serie de factores específicos en la mujer que son desconocidos para la mayoría de las personas:
- La imposición del trabajo doméstico, cuando la realización de este no es una elección personal si no una obligación que limita otros aspectos de la vida.
- La independencia de los hijos (síndrome del nido vacío).
- Conflictos continuos con la pareja (discusiones, violencia doméstica…).
- Situación familiar desestructurada.
- Relaciones sexuales y de pareja no satisfactorias.
- La ausencia de redes de soporte social como amigos.
- Depender económicamente de la pareja (sobre todo si no se quiere mantener la relación).
- Las nuevas demandas como consecuencia del cambio de rol de la mujer, que en muchas ocasiones no vienen acompañadas del apoyo social
- Abuso sexual, familiar o no.
- Acoso social (Presión para que la mujer no trabaje).
El consumo de sustancias en las mujeres crece
Tradicionalmente, se ha asociado el consumo de drogas a los hombres, y así lo demuestran los estudios epidemiológicos clásicos. Sin embargo, en los últimos años estamos asistiendo a un cambio en los patrones de consumo de sustancias entre mujeres, sobre todo entre las adolescentes y las adultas jóvenes.
- Desde hace más de 15 años el consumo de tabaco no deja de crecer entre las mujeres, mientras que en los hombres la tendencia es inversa.
- El consumo de alcohol está experimentando un fuerte crecimiento entre las chicas de 15 a 19 años.
- El patrón de consumo -dosis, frecuencia, contexto, vía de administración, etc.-, es diferente en hombres y mujeres.
- Por su parte, el consumo experimental de cannabis y otras drogas como la cocaína o el éxtasis crece entre las mujeres.
- El consumo de psicofármacos, tradicionalmente asociado a las mujeres, también sigue aumentando entre ellas.
Este aumento en las mujeres puede deberse a que, en los últimos años, ha habido una mayor aceptación social hacia el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas por parte de las mujeres.
El tratamiento de la mujer con conductas adictivas
Una de cada cuatro personas que abusan de las drogas es mujer. A pesar de que son bastante menos numerosas que los hombres, su tratamiento es más complejo debido a:
- Por un lado, distintos estudios han demostrado como la dependencia es más grave en las mujeres adictas, por factores biológicos como el peso o la tasa de metabolización.
- Por otro, las mujeres que padecen esta enfermedad se enfrentan a un estigma social demasiado grande, que puede frenar su motivación al tratamiento.
La adicción a las drogas es un grave problema de salud, crónico y recidivante, tanto para hombres como para mujeres. Sin embargo, como hemos visto al inicio del artículo, las consecuencias para las mujeres pueden ser más graves y requerir intervenciones distintas a las de los varones.
Por ejemplo, es menos probable que las mujeres con un problema de adicción tengan estudios o trabajo. Sin embargo, es habitual que entre estas mujeres haya historia de abusos o problemas de salud mental y física. Las mujeres con antecedentes de abuso sexual presentan tasas inferiores de retención en los tratamientos, incluso en aquellos tratamientos que proveen el cuidado de los niños.
La estigmatización de las mujeres adictas aumenta el aislamiento social que sufren y favorece los intentos de ocultar el problema, que llevan a la persona a no pedir ayuda ni ingresar en un tratamiento.
Un factor importante para considerar en el tratamiento de las mujeres adictas es tener un apoyo continuo en el seguimiento para prevenir recaídas. Se han señalado mayores índices de fracaso terapéutico en la mujer, en parte porque estas acuden frecuentemente solas a tratamiento, bien porque la familia desconoce la situación, bien porque no presta apoyo o, bien porque creen poder afrontar el tratamiento ellas solas. Lo que se produce es un abandono más temprano del tratamiento.
También hay que tener en cuenta el factor generacional en esta relación. Así, en las mujeres adultas el consumo es percibido como un comportamiento reprobable mientras que, en las generaciones de mujeres adolescentes y jóvenes, se ve con mayor normalidad el hecho de que se compartan determinados comportamientos con los varones.
Conclusiones
En conclusión, es necesario superar determinadas ideas y creencias sociales que estigmatizan visiblemente más a las mujeres que a los hombres, cuando evidentemente esto no es un problema de géneros, si no un problema, que como en muchos otros sucede, está más atacado en mujeres que en hombres.
Por todo esto se hace imprescindible tener en consideración el género del cliente que ingresa en tratamiento. Las dificultades a las que se enfrenta una mujer que pide ayuda por un problema de adicción son muy numerosas y los profesionales debemos intentar facilitar este proceso.
En Síndrome de adicciones te ayudamos. Llámanos.