Historia y efectos de las sustancias más adictivas
La Definición de droga es: toda sustancia química que, introducida voluntariamente en el organismo de un sujeto, posee la propiedad de modificar las condiciones físicas o químicas de éste. En el artículo de hoy hablaremos de las sustancias más adictivas y de su historia.
Historia de las drogas
Desde los albores de la historia, el hombre ha conocido y ha hecho uso de las drogas. El opio, la hoja de coca, el cannabis, así como otras sustancias naturales con propiedades alucinógenas, han sido utilizadas por el hombre primitivo, unas veces para conseguir sosiego o estímulo, otras utilizándolas en ceremonias religiosas, para entrar en contacto con los dioses, e incluso, como en el caso del cannabis para incitar a los guerreros a la belicosidad durante las batallas.
Cada civilización suele incorporar una droga a sus ritos, algunas las utilizaban para obtener el favor de los dioses, y tenían dos procedimientos: obsequiaban sacrificios, o comían en común algo considerado divino. Esta segunda forma de sacrificio, el ágape o banquete sacramental se relacionaba con drogas.
El chamanismo, la más antigua fusión de medicina, magia y religión, administraba técnicas de éxtasis, para lograr un trance que borraba las dimensiones entre la vigilia y el sueño, y lo hacía administrando alguna droga. Por eso el nivel de conocimiento de botánica psicoactiva de cada civilización depende de la supervivencia de una religión natural, regulada por chamanes.
¿Cuáles son las drogas más adictivas?
La pregunta parece sencilla, pero la respuesta depende de a quién se pregunte. Según diferentes expertos, el potencial de una droga para ser adictiva se puede juzgar en función del daño que cause, de su valor en la calle, de en qué medida active el sistema de la dopamina del cerebro, de lo placentera que la gente dice que es, de en qué grado provoca síntomas de abstinencia, y de la facilidad con que se “enganchará” a ella quien la pruebe.
Existen otros aspectos para medir el potencial adictivo de una droga, e incluso hay investigadores que sostienen que ninguna es adictiva siempre. Dada la diversidad de opiniones de los especialistas, una manera de clasificar las sustancias causantes de adicción es consultar con grupos de expertos.
En 2007, David Nutt y sus compañeros pidieron a diversos especialistas en adicciones que hiciesen una clasificación, y descubrieron varias cosas interesantes.
Algunas de las drogas más conocidas y utilizadas son:
1.- El alcohol
La Biblia ya menciona el consumo y los efectos de la droga más universal y más socializada, el alcohol, cuando describe a Noé embriagado y a su hijo Cam burlándose de él.
El alcohol ha sido llamado la droga puente o facilitadora para el consumo de otras. Tipos de bebidas alcohólicas, son dos: las bebidas fermentadas. Y, por otro lado, las bebidas destiladas.
A pesar de ser legal en la mayor parte de los países occidentales, los especialistas consultados por el equipo de Nutt lo puntuaron con 1,9 sobre 3.
El alcohol causa múltiples efectos en el cerebro, pero en experimentos de laboratorio con animales aumentaba los niveles de dopamina en el sistema de recompensa cerebral entre un 40 y un 360%. Además, cuanto más bebían los animales, más subían los niveles.
Alrededor del 22% de las personas que han tomado una copa desarrollarán una dependencia del alcohol en algún momento de su vida.
La Organización Mundial de la Salud ha calculado que, en 2002, 2.000 millones de personas consumieron alcohol, y que en 2012 murieron tres millones por el daño que la bebida causó a su cuerpo. Otros especialistas han clasificado el alcohol como la droga más perjudicial.
2.- Tabaco
El tabaco, planta originaria de América, fue utilizado por los indios amazónicos dentro de un contexto cultural, con fines mágico-religiosos y curativos.
Con el consumo en un principio, como privilegio de las clases sociales más elevadas por su alto precio y se le atribuyeron extraordinarias propiedades terapéuticas.
Ya en el S. XIX, todos los países empezaron a originar monopolios de tabaco y lo grabaron con impuestos, más tarde con los medios de comunicación y la publicidad han contribuido a su difusión y al elevado índice de consumo actual que alcanza el 42 % de la población adulta, aproximadamente.
Una de las principales sustancias más adictivas del tabaco es la nicotina. Cuando alguien se fuma un cigarrillo, es absorbida rápidamente por los pulmones y transmitida al cerebro. Según el grupo de expertos consultado por Nutt y su equipo, la nicotina (el tabaco) es la tercera sustancia más adictiva.
Más de dos tercios de los estadounidenses que han fumado alguna vez dicen haberse convertido en dependientes a lo largo de su vida. En 2002, la Organización Mundial de la Salud calculó que había más de 1.000 millones de fumadores, y se prevé que, para 2030, el tabaco acabe con la vida de más de ocho millones de personas al año.
Los animales de laboratorio tienen la sensatez de no fumar. Sin embargo, las ratas pueden apretar un botón para recibir nicotina directamente al torrente sanguíneo, lo cual hace que los niveles de dopamina del sistema de recompensa del cerebro aumenten más o menos entre un 25 y un 40%.
3.- La heroína
Los expertos consultados por Nutt y su equipo situaron la heroína como la droga más adictiva y le otorgaron una puntuación de 3 sobre 3.
La heroína es un opiáceo que hace que el nivel de dopamina del sistema de recompensa del cerebro se eleve hasta un 200% en animales de laboratorio. Además de ser probablemente la droga más adictiva, la heroína también es peligrosa porque la dosis que puede causar la muerte es solo cinco veces mayor que la necesaria para colocarse.
Asimismo, la heroína se ha clasificado como la segunda droga más nociva considerando el daño que causa tanto a los consumidores como a la sociedad. Se calcula que en 2009 el mercado de opiáceos ilegales, incluida la heroína, alcanzó los 68.000 millones de dólares en todo el mundo.
4.- La cocaína
La cocaína interfiere directamente en el uso que el cerebro hace de la dopamina para transmitir mensajes de una neurona a otra. Básicamente, impide que las neuronas desactiven la señal de la dopamina, lo cual causa una activación anormal del circuito de recompensa del cerebro.
En experimentos con animales, la cocaína hizo que los niveles de dopamina se elevasen más de tres veces por encima del nivel normal. Se calcula que entre 14 y 20 millones de personas consumen cocaína en el mundo, y que, en 2009, el valor del mercado de esta droga rondaba los 75.000 millones de dólares.
Los expertos han clasificado el crack como la tercera droga más perjudicial, y la cocaína en polvo, que produce un efecto más suave, como la quinta.
Alrededor del 21% de las personas que prueba la cocaína se convertirán en dependientes de ella en algún momento de su vida. Esta droga es parecida a otros estimulantes adictivos, tales como la metanfetamina –que constituye un problema cada vez mayor a medida que se hace más accesible– y la anfetamina.
Su empleo se remonta a los antiguos Incas de Perú, estos pudieron observar como las llamas (animal utilizado para la carga en altas altitudes), comían arbustos de coca, renovando fuerzas para ascender, totalmente cargadas a las cordilleras de los Andes, proporcionándoles estímulo.
Al mismo tiempo descubrieron que el jugo de la hoja de coca, aplicado en las zonas doloridas del cuerpo, les producía insensibilidad y bienestar, desapareciendo el dolor. La hoja de coca era utilizada por los incas por sus propiedades estimulantes, pero solo por la casta religiosa y las clases sociales más privilegiadas en el seno de ceremonias religiosas.
Con la llegada de los españoles el consumo de coca se extiende por toda la zona de los andes, a esto contribuyo el hecho de que, debido a sus propiedades, la coca disminuía el apetito y aumentaba el rendimiento de los indígenas en el trabajo, de esta forma el consumo de coca se generaliza entre la población, perdiendo su carácter mágico-religioso y llega incluso a ser utilizada como pago de parte del salario de los trabajadores de las minas.
En 1858 Niemann y Walter aíslan la cocaína, alcaloide activo de la coca. En un principio se empleó en medicina por sus propiedades anestésicas y más tarde para la desintoxicación de heroinómanos.
Fuera del campo de la medicina su uso se generalizó pronto por toda Europa a principios del siglo XX, sobre todo en determinados grupos sociales, durante las guerras mundiales su uso disminuyo un poco, pero vuelve a tomar auge en las décadas 60-70. De la cocaína se derivan diversas sustancias adictivas como el Crack.
5.- Los barbitúricos (“tranquilizantes”)
Los barbitúricos –también conocidos como “caramelos”, “bombones”, “barbis”, “demonios azules” o “muñecas”– son una clase de droga que se utilizó inicialmente para tratar la ansiedad e inducir el sueño.
Interfieren en las señales químicas del cerebro, lo cual hace que diversas regiones cerebrales dejen de funcionar. A dosis bajas producen euforia, pero a dosis más elevadas pueden ser letales porque inhiben la respiración.
La dependencia de los barbitúricos era frecuente cuando estos medicamentos eran de fácil acceso con receta, pero ha descendido drásticamente desde que se han sustituido por otros.
Esto pone de relieve el papel que el contexto desempeña en la adicción: si una droga adictiva no es fácilmente accesible, no puede causar mucho daño. Los grupos de expertos de Nutt y su equipo situaron los barbitúricos como la cuarta sustancia más adictiva.
6.- El cannabis
En el año 2737 a.c. en China, se registra la primera descripción de la planta, se encontraba contenida en la lista de productos farmacológicos del Emperador chino Shen-Nung, utilizándola para combatir el estreñimiento, los dolores propios de la regla en la mujer, la gota, la malaria, el reumatismo y en general como analgésico.
También era utilizada como un poder sobre natural para ahuyentar los malos espíritus. En 1920 la droga empieza a utilizarse como estimulante en México, por los jornaleros que pasaban por la frontera de Texas en Estados Unidos, extendiéndose posteriormente esta forma de uso a todo el mundo.
7.- Psicotrópicos
Son sustancias propias de las defensas de organismo vivos, plantas y reptiles. Han sido muy utilizadas por las tribus indígenas, como el PEYOTE en México (aceite de un captus) e incluso por monjes templarios en la baja edad media, mediante la creación de hongos en un pan especial, con el objetivo de contactar con los dioses.
Durante la Segunda Guerra Mundial, se consumieron gran cantidad de anfetaminas, por parte de los combatientes, al objeto de aliviar las fatigas y fomentar las motivaciones patrióticas, igualmente eran utilizadas por los pilotos japoneses llamados «KAMICACES», también ha sido y es utilizada por deportistas para mejorar su rendimiento.
También se encuentran entre los psicotrópicos las setas alucinógenas, que se cultiva en México, que contiene propiedades alucinógenas similares al L.S.D. y la Mescalina.
La mescalina era utilizada por los indios mejicanos en sus ceremonias religiosas, y se conoció en Europa después de la conquista española. Tradicionalmente se masticaba, o se cocía en un líquido que posteriormente se bebía.
El L.S.D. o L.S.D-25 se trata de un psicótropo sintético, es el alucinógeno más utilizado y difundido en todo el mundo; «Acido» o «Tripi».
El éxtasis o MDMA, en el año 1985, fue patentada por primera vez en Alemania en 1914 por E. Merk & Cia, como supresor del apetito, pero nunca fue comercializada.
8.- Las benzodiacepinas
Las benzodiazepinas son medicamentos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso central, con efectos sedantes, hipnóticos, ansiolíticos, anticonvulsivos, amnésicos y miorrelajantes (relajantes musculares).
Por ello se usan las benzodiazepinas en medicina para la terapia de la ansiedad, insomnio y otros estados afectivos, así como las epilepsias, abstinencia alcohólica y espasmos musculares.
También se usan en ciertos procedimientos invasivos como la endoscopia o dentales cuando el paciente presenta ansiedad o para inducir sedación y anestesia.
Descubierta en 1949 por el científico Leo Sternbach (1908–2005) y sintetizada luego en 1955 por los laboratorios Roche en Nutley, Nueva Jersey; y comercializada a partir 1957 bajo el nombre de Librium—derivado de las sílabas finales de equilibrium.
Consumo antiguo y actual de las drogas
La mayoría de las sociedades humanas ha dispuesto y utilizado, de un modo normativizado, ritualizado o incluso sacralizado las drogas con fines medicinales, religiosos, festivos o meramente lúdicos.
Tradicionalmente, el consumo de drogas estaba adecuadamente equilibrado por pautas culturalmente establecidas, por lo que sus efectos eran funcionales e incluso beneficiosos para el individuo y para la organización social.
En las sociedades posindustriales las drogas son creciente y masivamente utilizadas para calmar carencias ignoradas y generalmente en contra de unas pautas cada vez más difusas, con los consiguientes desequilibrios y desajustes.
Actualmente las utilizamos para casi todo, para cada dolor o problema, para cada frustración o depresión, para el contacto social o la evasión. De ahí la tendencia a la repetición de su consumo, a la toxicomanía, que a veces no es más que la sustitución de una dependencia psicosocial, por otra relación de dependencia psico química, en la que uno cree experimentar la felicidad.
En la actualidad asistimos a un consumo despersonalizado de drogas. La cuestión es conseguir un placer inmediato, como una mercancía anunciada como sucedáneo de la felicidad.
«Solo existen dos días en el año en que no se puede hacer nada, uno se llama ayer y otro mañana, Por lo tanto, hoy es el día ideal para amar, hacer, crecer y principalmente vivir»