Viviendo con un adicto
En el artículo de hoy vamos a hablar sobre los problemas que existen al vivir con un adicto en casa. Desarrollaremos unos consejos para facilitarte la convivencia con el adicto ya que de todos es conocido la importancia de la familia en la recuperación de un adicto. La convivencia con esta enfermedad causa sufrimiento tanto al adicto como a su familia o su pareja con la que conviven. No existe familia que no se vea afectada cuando uno de sus miembros sufre una adicción incluso llega a presentarse lo que se conoce cómo codependencia en la familia.
Convivencia con un adicto en casa
La convivencia con una persona adicta puede llegar a ser muy complicada. Durante su proceso de adicción, los adictos desarrollan una gran inestabilidad emocional y son muy impredecibles. La comunicación con una persona con un trastorno por consumo de sustancias no es nada fácil, por lo que debes aprender cómo llevar la convivencia de la mejor manera posible.
Mantener una relación con una persona adicta no es fácil. La sustancia se convierte en el centro de su vida, y su pareja y familia acaban por pasar a un segundo plano, junto con el resto de las cosas que no sean la adicción. En muchos casos, se habla de la adicción como una enfermedad familiar, que no solo afecta al que consume, sino también a todo su entorno, especialmente al más cercano. Se estima que cada adicto afecta la vida de, por lo menos, cuatro personas.
Qué ocurre durante la convivencia
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Desamparo
Muchas de las parejas que conviven con personas adictas se sienten solas, todas las cargas familiares recaen sobre sus hombros y son ellas quienes deben ocuparse de todo lo relacionado con la familia, sin la ayuda de la pareja. La única preocupación en la vida de un adicto es la droga, y el resto de sus necesidades básicas, como comer, vestirse o el cuidado de la casa pasan a ser atendidas por su pareja.
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Codependencia
Conforme la persona con un problema de sustancias se va volviendo más dependiente de la droga, también se vuelve más dependiente de su pareja. La persona enferma depende de su pareja para sobrevivir a la adicción, y el consorte encuentra en la dedicación al enfermo una forma de satisfacer sus necesidades emocionales. Esta manera de satisfacer las necesidades de conexión, intimidad y atención de la pareja de la persona adicta puede acabar resultando tóxica para ambos miembros, ya que contribuye a que la persona con un problema de adicciones no busque ayuda.
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Afloran sentimientos negativos
Conforme la enfermedad avanza, surgen en la pareja de un adicto a las drogas, una sucesión de emociones que van desde la ira y frustración ante las promesas y rotas y los intentos de recuperación que fracasan y la culpa por no saber qué hacer ante esta situación. En algunos casos, la pareja del adicto puede llegar a deprimirse por no ser capaz de ayudar a su pareja.
Detrás de cada adicto, hay un círculo de personas, un núcleo familiar, que está afectado por la enfermedad. Y en muchos casos, la familia sufre tanto como el enfermo; pero no pide ayuda porque es difícil entender que uno esté tocado por la adicción de otra persona.
¿Cómo lidiar con una pareja adicta?
Hay que tener muy claro que nunca vamos a poder controlar la adicción de nuestra pareja adicta. Hasta que esta persona no esté lista para ayudarse a sí misma nada podremos hacer. Debes aprender a centrarte en tu vida y en tus necesidades, que tu vida no gire en torno a la adicción de tu pareja. Es recomendable llevar un diario donde escribir los pensamientos y sentimientos relacionados con la adicción de la pareja como una forma de desahogo. Busca ayuda profesional, tanto para ayudar a tu pareja como para ayudarte a ti mismo a manejar todos los sentimientos que la enfermedad te despierta.
Consejos de convivencia con un adicto en casa
A continuación, te damos unos consejos para facilitarte la misma. Si la familia colabora, se pueden tomar medidas muy concretas en casa para facilitar la convivencia y la recuperación del paciente.
Tanto si el adicto está o no en tratamiento, acude a un centro de tratamiento de adicciones para que te asesoren y te ayuden a ti. La ayuda profesional es la mejor opción y te facilitará la convivencia.
- Evita consumir alcohol en casa. El adicto está intentando cortar todos los lazos con el consumo y para poder estar sentado delante de un tóxico necesitará de varios años de tratamiento. Si no, despertarás sus ganas de consumir. No importa la sustancia a la que sea adicto.
- No hagáis brindis en su presencia.
- No te acerques a hablar con él si vienes del bar o has bebido alcohol. El olfato es un estímulo muy potente y se pondrá mal. Puede reaccionar inesperadamente mientras aprende herramientas para afrontar estas situaciones.
- Si el enfermo es tu pareja y sales de marcha y consumes alcohol, duerme en otra habitación esa noche. Con esta medida no necesitarás cambiar tu vida y estarás respetando su enfermedad y su situación. Hay que recordar que el enfermo es él y no tú. Esta medida se puede acordar con el enfermo, que entiende que el que no puede consumir es él.
- Intenta no hacer de policía. No depende de ti. No puedes controlar su proceso, la adicción es una enfermedad muy compleja.
- Rehúye conversaciones sobre su comportamiento o vida de antes. Tan sólo hazle saber que lo quieres y que estarás ahí.
- Evita hablarle de cuando tú sales de fiesta y de lo que has hecho o a quien has visto de noche en la calle. Recordarle a amigos o conocidos le traerán muchos recuerdos y las ganas de consumir se le dispararán.
- Trata de no poner películas que tengan contenidos sobre excesos, narcotráfico, gente que sale de marcha, comedias sobre el consumo tipo Resacón en las Vegas o la vida de Pablo Escobar….
- Cambiad de canal si las noticias se centran en la incautación de alijos o noticias sobre el botellón y los jóvenes, el ambiente en los macrofestivales de música, etc… Si el adicto está en tratamiento será él quien se responsabilice y lo haga.
- Retira del uso cotidiano todo lo que lleve publicidad de marcas de alcohol, la típica jarra de cerveza, la sudadera de Heineken…
- Deja de celebrarlo todo. A veces pensamos que reuniendo a la familia y celebrando un cumpleaños o cualquier evento en casa, damos normalidad a la situación, pero el ambiente festivo es lo último que el adicto necesita.
- No te tomes como algo personal sus ataques. La ira y los ataques de rabia son síntomas de la enfermedad y del proceso de desintoxicación y deshabituación. No importa quien esté a su lado, será el damnificado porque le vais a alejar de las drogas
- Evita las discusiones, no entres al trapo. Te desgastarán y además pondrán en activo al enfermo con la subida de adrenalina, una droga muy potente.
- Cambia los muebles de sitio. Si ha dejado de consumir, estar en un entorno diferente le hará sentir mejor y más alejado de su vida de antes.
- Trata de no darle dinero. Cuantas menos facilidades tenga para irse a consumir, mejor.
- Por último, haz tu vida. Intenta no centrarte en el enfermo. Debes salir y entrar según tu agenda y no la suya. Los familiares pueden desarrollar codependencia y eso hace que se les facilite el consumo sin darse cuenta.
Conclusión
La codependencia y el trastorno por consumo de sustancias son enfermedades graves que exigen tratamiento profesional. Estos consejos son pautas de convivencia que los profesionales y familiares del paciente aplican en los tratamientos de recuperación con éxito. Surgen de los años de experiencia y son generales. Pero también puede haber medidas y por tanto, consejos particulares según el historial personal de consumo de cada paciente. Por eso, es mejor acudir a un centro de tratamiento donde te ayuden y poner en manos de un equipo profesional el problema.
En Síndrome somos expertos en recuperación de adicciones. Si tu pareja o alguien de tu familia está pasando por esta enfermedad, contáctanos.