4 claves para hablar de marihuana con nuestros hijos
La marihuana es la droga ilegal más consumida en nuestro país. Los datos de consumo entre los más jóvenes son cada vez más preocupantes y no dejan de crecer. Si piensas que tu hijo puede estar fumando porros no te pierdas este artículo, en el que damos algunas claves para hablar de marihuana con nuestros hijos.
¿Por qué mis hijos han empezado a fumar cannabis?
Los adolescentes y jóvenes empiezan a fumar marihuana por muchas razones: la curiosidad, la presión de los iguales, el deseo de formar parte de un grupo… Algunos tienen amigos que consumen drogas y los presionan para que hagan lo mismo. Otros, que ya consumen tabaco y alcohol, buscan experimentar con nuevas sensaciones. Hay algunos adolescentes que fuman cannabis como un intento de salir de sus problemas. Así, las víctimas de abuso, los jóvenes con trastornos mentales sin tratar como el TDAH o la ansiedad, corren un riesgo más elevado de consumir marihuana y otras drogas.
En algunos casos, el consumo de drogas comienza como un intento de hacer frente a emociones como la ansiedad, la ira, la depresión o el aburrimiento. Sin embargo, esta «solución» solo es una manera de evadir los problemas y retos que supone hacerse mayor.
En las familias en las que el consumo de alcohol y otras drogas es habitual, también es más probable que los jóvenes comiencen a fumar porros y otras sustancias. Los padres, hermanos y abuelos de los adolescentes son sus modelos de conducta y tienden a imitar sus comportamientos.
Así pues, el medio en el que crecen los jóvenes, es decir, su casa, la escuela, sus compañeros y el barrio, determinan si estos probarán o no las drogas.
¿Cómo hablar de marihuana con nuestros hijos?
No hay ningún truco o remedio para impedir que nuestros hijos usen drogas. Sin embargo, como padres, tenemos una influencia enorme sobre nuestros hijos, aun cuando son adolescentes y buscan no hacernos caso.
Es importante hablar abiertamente con los jóvenes sobre cualquier tema, y es igualmente importantes hacerlos participes de nuestras vidas. Por ejemplo, podemos empezar comentando algunos hallazgos científicos sobre el cannabis, como los que siguen.
Es importante enseñar a nuestros hijos a diferenciar los hechos de los mitos, para que sean capaces de tomar las mejores decisiones posibles basándose en la evidencia disponible.
1.-La marihuana es adictiva
El consumo repetido de porros puede llevar a la adicción, lo que significa que la persona fumadora tendrá grandes dificultades para dejar su consumo y no podrá parar aun cuando la marihuana interfiera negativamente en muchos aspectos de su vida.
Se calcula que un 9% de las personas que prueban la marihuana alguna vez se vuelven adictas, es decir, 1 de cada 11 personas que han probado los porros acaban desarrollando una adicción. En el caso de los fumadores que se iniciaron en la adolescencia, el porcentaje asciende al 16%, lo que significa que 1 de cada 6 personas que prueban los porros en la adolescencia acaba desarrollando una adicción. Entre el 25 y el 50% de los consumidores diarios de marihuana son adictos a esta droga.
2.- Consumir marihuana y conducir es peligroso
El cannabis afecta a nuestro juicio y a otras muchas habilidades necesarias para llevar a cabo una conducción segura. Por ejemplo, la atención, la concentración, el tiempo de reacción o la coordinación son habilidades necesarias para realizar una conducción segura que se ven alteradas al fumar porros. Además, el consumo de cannabis hace difícil juzgar las distancias y reaccionar ante las señales visuales y auditivas de la carretera.
La marihuana es la droga ilegal que más está implicada en accidentes fatales, a veces la combinación con otras sustancias. De hecho, mezclar porros con alcohol, incluso en cantidades pequeñas, es más peligroso que el uso de cualquier otra droga por separado en la carretera.
3.- La marihuana está relacionada con el fracaso escolar
los efectos negativos de la marihuana sobre la atención, la motivación, la memoria y el aprendizaje pueden durar días e incluso semanas después de que sus efectos a corto plazo desaparezcan, sobre todo en consumidores crónicos.
Las personas que fuman marihuana todos los días tienen un funcionamiento intelectual reducido la mayor parte del tiempo. En comparación con los no fumadores, los jóvenes que fuman cannabis tienen notas más bajas y son más propensos a abandonar la escuela.
Además, los consumidores de cannabis a largo plazo dicen tener menor satisfacción con la vida, peor salud física y mental, problemas en sus relaciones, salarios más bajos y menor éxito profesional.
4.- La marihuana puede causar psicosis o pánico
Aunque los expertos todavía no han descubierto si los porros causan enfermedad mental crónica, sí que se ha visto que dosis altas de marihuana pueden provocar un cuadro de psicosis -con alucinaciones, pensamientos perturbados y paranoia- muy parecido al que se desarrolla en la esquizofrenia. El consumo de marihuana también se ha relacionado con ataques de pánico. Además, en personas que sufren esquizofrenia, los porros empeoran los síntomas psicóticos.
Conclusiones
Es importante que los adolescentes y jóvenes cuenten con información científica y veraz que les ayude a tomar la decisión de si merece o no la pena consumir. En Síndrome Adicciones, contamos con un equipo de profesionales especializados en adolescentes, que te podrán asesorar y aconsejar sobre cómo manejar el tema del consumo de sustancias con tus hijos. Llámanos y te asesoraremos.