Síndrome amotivacional del cannabis
Una de las consecuencias del consumo de cannabis es el síndrome amotivacional. Afecta sobre todo a jóvenes que han consumido cannabis durante un cierto período de tiempo. No se trata de una situación en exclusiva del consumo de cannabis, sino que está asociado a diferentes sustancias que provocan una gratificación instantánea. Te lo contamos todo en este post.
Qué es el síndrome amotivacional
Se trata de una condición psicológica que suele aparecer en fumadores habituales de cannabis, que se caracteriza por provocar en la persona una falta de interés en el desempeño de tareas de cualquier tipo. Hemos de dejar claro que no siempre aparece en una persona que consume cannabis, sino que ciertos factores entran en juego, como el tiempo de consumo, el tipo de sustancia o la propia personalidad del individuo.
¿Cómo detectarlo?
La comunidad científica no ha llegado a un acuerdo sobre la existencia o no de este síndrome. Por un lado, no se han encontrado los mecanismos cerebrales capaces de explicar sus síntomas. Es cierto que muchas personas experimentan cambios en sus valores y actitudes cuando comienzan a fumar cannabis. Sin embargo, este hecho suele coincidir también con la adolescencia, la etapa de la vida más fuertemente asociada a cambios de personalidad.
Por otro lado, algunos científicos apuntan el hecho de que el consumo de cannabis existe desde hace más de cinco mil años y este síndrome se acuñó hace apenas 60 años. A pesar de todos estos argumentos, los clínicos no dejan de encontrase con casos de adolescentes y también adultos, fumadores habituales de cannabis, que presentan la con los siguientes síntomas:
- Pasividad
- Apatía
- Fácil frustración
- Conformismo
- Introversión
- Pérdida de ideales y de ambiciones personales
- Falta de emoción e interés por cualquier tipo de cosa o situación
- Falta del cuidado personal
- Pérdida de interés sexual
- Lentitud en los desplazamientos y enlentecimiento de los movimientos
- Incapacidad para finalizar cualquier tarea
Como hemos apuntado, este problema adquiere una relevancia fundamental en la adolescencia. El adolescente que lleva fumando entre 6 meses y un año empieza a convertirse en un individuo aislado y solitario, que deja de comunicarse con su familia, pero también con sus amigos. El consumidor se vuelve más independiente y se involucra menos en el entorno escolar. Su rendimiento escolar cae, y empieza a dejar de ir a clase hasta que abandona sus estudios.
Es el responsable de la sensación de vacío que experimenta el consumidor de cannabis. Sólo el consumo alivia este efecto, por lo que se pierde el interés y la motivación por el resto de las cosas de la vida. Toda la atención de la persona se dirige a la droga y sus rituales. En este sentido, es importante la detección precoz ya que en la mayoría de los casos este comportamiento se achaca a los cambios que provoca la adolescencia y la rebeldía juvenil.
No hay que olvidar que en España el cannabis es la droga ilegal más consumida y que la mayor parte de los consumidores tienen entre trece y veinticinco años. Esta aceptación y normalización del consumo de cannabis en la sociedad es peligrosa. La baja percepción de riesgo asociada al cannabis hace que un 40% de los jóvenes entre 15 y 30 años haya consumido esta sustancia alguna vez en su vida.
Conclusión
En la sociedad abunda la creencia de que el cannabis es una sustancia natural, con efectos terapéuticos incluso, que no produce daño alguno en el organismo. No obstante, no hay que olvidar que el cannabis es una droga y que como tal produce dependencia, tolerancia y síndrome de abstinencia. Tampoco hay que perder de vista el hecho de que el cannabis se está asociando con trastornos de memoria y trastornos psicóticos de manera sistemática en todas las investigaciones.