Historia de la cocaína
Todos hemos oído hablar de una de las drogas actualmente más conocida, la cocaína. Pero pocos conocen las consecuencias de su consumo y lo difícil (pero no imposible) que resulta superar esta adicción. En el post de hoy hablaremos de la historia y la adicción a la cocaína.
La adicción a la cocaína
Una vez que la persona empieza a tomar cocaína, se ha comprobado que es muy difícil liberarse de sus garras, física y mentalmente. Además, se presentan en los adictos graves síntomas negativos.
La adicción a la cocaína es una enfermedad cerebral. El consumo de esta droga se vuelve obsesivo, implicando un intenso e irresistible deseo de consumir más.
Muchas personas creen, de manera errónea, que los adictos a la cocaína serían capaces de abandonar el consumo si estuvieran dispuestos a cambiar su conducta.
Pero lo cierto es que la adicción a la cocaína es una enfermedad y, por tanto, requiere de un tratamiento llevado a cabo por profesionales para la recuperación del organismo y del tejido cerebral.
La cocaína se obtiene de las hojas de la planta de coca que se cultiva en América del Sur. Su presentación tras los procesos de purificación es un polvo blanco e inoloro. Se utilizó en un principio con fines médicos, como anestésico local. Comprobada su toxicidad, dejó de usarse sanitariamente y actualmente es ilegal.
Hoy, la cocaína es un negocio mundial, un mercado multimillonario. Los consumidores abarcan todas las edades, ocupaciones y niveles económicos, ¡incluyendo niños de escuela tan pequeños como de ocho años de edad!
Efectos de la cocaína
- Los efectos inmediatos de la cocaína son euforizantes en un primer momento y van seguidos de un efecto rebote, caracterizado por cansancio, apatía y angustia, así como una conducta impulsiva y agresiva.
- Los efectos a largo plazo de la cocaína presentan una mayor gravedad; aparición de delirios, trastornos confusionales y alucinaciones son muy frecuentes por quienes toman cocaína. La muerte por el su consumo se produce, principalmente, por una hemorragia cerebral o fallo cardíaco.
Existen más efectos producidos por la cocaína en nuestro cuerpo, explicados en el artículo “principales efectos de la cocaína”.
Historia de la cocaína
La coca es uno de los estimulantes de origen natural más antiguos y potentes que se conocen. La cocaína se extrae de la planta de la coca, una planta que se cultiva en América del Sur (Bolivia, Colombia, Perú, Brasil y Argentina) y la India.
Las origines de la cocaína son muy antiguos. Tres mil años antes del nacimiento de Cristo, los Incas, en los Andes, mascaban hojas de coca para acelerar el latido de sus corazones y su respiración y contrarrestar así los efectos de vivir en lo alto de las montañas.
En Perú, los nativos mascaban hojas de coca durante las ceremonias religiosas. La llegada de los invasores españoles en 1532 hizo que estos indios, utilizados como esclavos en las minas de plata, fuesen mantenidos con hojas de coca para ser más fáciles de explotar y controlar.
La cocaína fue sintetizada por primera vez en 1859 por el químico Albert Niemann pero no fue hasta 1880 cuando empezó a hacerse popular entre la comunidad médica, que la empleaba para tratar la dependencia de la morfina y como anestésico.
El padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, fue un férreo defensor de la cocaína y promovió su uso como tónico para curar la depresión y la impotencia sexual. En 1884 Freud publicó un artículo llamado «Uber Coca» (Sobre la Coca) en el cual promovía los «beneficios» de la cocaína.
Freud, no obstante, no era un observador objetivo de esta sustancia ya que la consumía regularmente. Años después, este autor reconoció que la cocaína le había conducido a la «decadencia física y moral«.
En 1886 la droga logro mucha popularidad cuando se incluyeron hojas de coca como ingrediente en un nuevo refresco: la Coca Cola. Los efectos eufóricos y vigorizantes sobre el consumidor ayudaron a elevar la popularidad de esta bebida.
A partir de 1850 personas de todas las clases sociales y condiciones comenzaron a usar elixires a base de cocaína y opio. Las celebridades del momento promovían los efectos «milagrosos» de estos tónicos y elixires a base de cocaína. Thomas Edison y la actriz Sarah Bernhardt son dos ejemplos de esto.
El consumo de cocaína aumentó en la sociedad y se empezaron a observar los peligros de esta droga. La presión pública obligo a Coca Cola a eliminar las hojas de su refresco en 1903.
En 1912 el gobierno de Estados Unidos informó de 5 mil muertes relacionadas con la cocaína en un año y en 1922 la droga fue prohibida oficialmente.
En los años 70 de este último siglo la cocaína se puso de moda entre artistas y hombres de negocios. Parecía la compañera perfecta para hombres ricos y ocupados.
A principios de los 90, los carteles de la droga producían y exportaban de 500 a 800 toneladas de cocaína al año. Estos fueron desmantelados por distintos organismos internacionales, pero volvieron a resurgir en forma de grupos más pequeños de contrabando.
Actualmente la cocaína es la segunda droga ilegal más consumida, detrás del cannabis. Las consecuencias sanitarias y sociales de esta expansión pueden ser brutales dado el poder destructivo que tiene esta droga y la enorme facilidad que genera dependencia.
El ansia de la cocaína
Las personas adictas a la cocaína experimentan reacciones totalmente opuestas a las tuyas: pulso acelerado, manos sudorosas y un ansia insaciable por la droga. El doctor Daniele Zullino, del Hospital Universitario de Ginebra, observó estas reacciones en sus pacientes.
¿Y por qué reaccionan así los adictos a la cocaína? Para dar una explicación comparo las bolsas de cocaína con las bolsas del heno después de la cosecha:
Las bolsas blancas con heno pueden parecerse a los envoltorios donde se guarda la cocaína. Y esta pequeña asociación es suficiente para desencadenar una poderosa ansia de cocaína en personas adictas y producir los síntomas la adicción.
Este experimento revela uno de los pilares básicos que sustentan la adicción. La situación, el lugar o los amigos con los que se consume quedan fuertemente asociados a la droga en la memoria del adicto.
Posteriormente, cuando la persona vuelve a encontrarse en esos mismos lugares o con esa misma gente con la que consumió, se despierta en él un ansia de droga que le lleva a perder el control y volver a consumir.
Además, en la mayoría de las ocasiones esta asociación es tan intensa y está tan arraigada, que el adicto ni siquiera es consciente de ella. No es la persona quien decide voluntariamente volver a consumir, es el ansia por la cocaína la que le lleva a hacerlo.
La pérdida de control que hemos descrito aparece en todas las adicciones y es la responsable de que la vida del adicto gire en torno a la droga.
Conclusiones
Si tienes problemas de adicción a la cocaína o conoces a alguien en esa situación, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Síndrome Adicciones cuenta con una amplia experiencia en el tratamiento de la adicción a la cocaína. Infórmate, te podemos ayudar.
Recuperar el control de tu vida no es fácil, pero desde Síndrome Adicciones podemos ayudarte. Tú eres quien debe tomar todas las decisiones, no dejes que la droga lo haga por ti.